El duelo es un proceso emocional que experimentamos tras la pérdida de algo significativo, ya sea la muerte de un ser querido, la pérdida de un trabajo, el fin de una relación, entre otros.

Suele dividirse en varias etapas:

De inicio se podría negar la pérdida, como forma de protección emocional frente a un dolor abrumador.

Cuando la negación comienza a ceder, es común sentir ira, tanto hacia uno mismo como hacia otros, por la situación injusta de la pérdida.

Se intenta negociar con la realidad para tratar de evitar o revertir la pérdida. Se buscan soluciones o maneras de hacer que las cosas vuelvan a ser como eran.

La tristeza profunda y el abatimiento suelen manifestarse cuando la realidad de la pérdida se hace más clara. Es importante permitirse sentir estas emociones sin juzgarse.

Finalmente, llega la aceptación de la pérdida como parte de la vida. No significa necesariamente estar bien con lo sucedido, pero sí integrarlo de manera que se pueda seguir adelante.